Bastaaaaa
Lo único que quiero es empezar la facultad y olvidarme de todo esto. Estoy haaaaaaarta de toda esta situación de mierda, harta de que me hablen. Parece que fuera a propósito que el destino se las ingenió para que mis amigas tengan ganas de salir cuando yo no y que hagan buenas salidas cuando yo no puedo (y me cuesta admitirlo, casi ni quiero) hacerlas. No soporto a la gente extremadamente alegre, pero, a la vez, tampoco soporto a la gente malhumorada. Estaba tan tranquila; me corrijo, estoy tranquila, pero a la vez, una vez al día, aunque sea (sobre todo a la noche), tengo esa sensación que uno tiene cuando tiene ganas de llorar y se aguanta el llanto. Irónicamente, no se me cae una puta lágrima.
Hace un tiempo me pasaba lo mismo que a vos, pero ya lo superé por suerte. Me gusto mucho tu blog, besos, Gala.
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