¿Acaso el Sr. Big no era capaz de aceptar sus errores? Sólo porque no estábamos juntos, no tenía que ser grosera.
- "Hola, soy yo, Carrie.
- ¿Cómo estás? Quería agradecerte las rosas. Fue un detalle muy lindo.
- Mi secretaria lo tenía en el calendario, así que... ya sabes.
- ¿Tu secretaria las mandó?
- No, yo las mandé. Mi secretaria me lo recordó.-
- Pues fue un lindo detalle de su parte, y del tuyo también.
- ¿Qué harás en el gran día?
- Stanford organizó una fiesta en el restaurante marroquí Leila. Deberías venir".
Me arrepentí apenas lo dije.
- "Ya tengo planes. O no... Olvídalo.
- Podría pasar un rato.
- Bien. Lo que sea.
- Quizá vaya con alguien.
- Sí. Lleva a quien quieras. Quizá nos veamos. Y gracias por el detalle de las flores".
No podía creer que había invitado a mi ex y a su cita a mi fiesta. El hecho de envejecer ya era suficiente.
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